viernes, 6 de julio de 2012

Se calienta la interna entre Nación y Provincia


Documento del IPUNAC

Se calienta la interna entre Nación y Provincia. Los rehenes en este caso son los empleados estatales y sus familias, quienes por la miopía, mezquindad y falencias de gestión de sus gobernantes ven postergado el cobro de su aguinaldo.
A ellos se les agrega todos los trabajadores y proveedores de las obras públicas en ejecución y a realizarse, que perderán total o parcialmente su horizonte de trabajo.

Si alguien creyó que un gobierno que se dice continuador y superador del peronismo jamás iba a agredir los salarios con impuestos destinados a los privilegiados, y poner en práctica el viejo sueño patronal de fraccionar el aguinaldo en cuotas, para disolver esa conquista que tanta lucha les costó los trabajadores, es hora de que revise sus certezas.

Lo cierto es que, en su necesidad de ver sangre derramada, el kirchnerismo, salió a golpear a Scioli. El gobernador, fiel a su política de no confrontación, delega en subordinados la discusión y disputa con el cristinismo
 

Esta situación afecta al cristinismo donde más le duele. Le duele que lo desafíen, le duele que le ganen de mano, le duele no ser ya el totalizador de la política nacional. Le duele ver que figuras como Moyano y Scioli, que ellos mismos  impulsaron, hoy se les plantan como alternativa de oposición, justamente dentro del peronismoSi el cristinismo continúa apretando al gobierno provincial a expensas de la gente, es esperable que las secuelas salpiquen a la opinión pública y se siga incrementando, entonces, el  descrédito  y la desilusión con los K.
Para la Provincia de Buenos Aires, hoy se hace imperioso reclamar por  la coparticipación federal, recortada desde hace años, y por el congelamiento del fondo del conurbano. Situación que en definitiva,  tiene como principal responsable al ejecutivo nacional. 
Esta necesidad permanente del cristinismo de dividir, de lastimar, de atacar tiene mucho que ver con aquellos que padecen de modo patológico un ego mesiánico que los lleva a creer que son los únicos portadores de la verdad. Gobernar para todos es gobernar para el conjunto. El conjunto  comprende a los que no piensan igual. Los que no piensan igual, también aportan y construyen desde el disenso, la crítica y la opinión diferente.
Pero el kirchnerismo ve fantasmas en todos lados, que es en fin, el síntoma que padece todo perseguidor. Tratar de reescribir la historia y refundar la Patria es algo que no les está saliendo bien. Tratar al que piensa distinto desde la venganza y el ánimo de lastimarlo, es altamente peligroso para la democracia y rayano con posturas dictatoriales. Claro, es cierto, los extremos se tocan, como siempre.

Moyano ganó la calle y el acto de Plaza de Mayo marcará un antes y un después de la relación con el gobierno kirchnerista

Por Juan Maya


Mientras la presidente Cristina Fernández de Kirchner desde San Luis inauguraba por cadena nacional una planta de emprendimientos porcinos, miles de trabajadores marcharon hacia la Plaza de Mayo, para exigir el aumento del mínimo no imponible y las asignaciones familiares "para todos", como rezaban los carteles del Sindicato de Camioneros.



Algunas estimaciones de diversos medios de comunicación señalan que participaron entre 50 y 70 mil personas marcando el éxito de la movilización.
Además del gremio de los camioneros, participaron más de 100 sindicatos y agrupaciones políticas. Se pudo observar banderas de diver-sos orígenes ideológicos como las del partido obrero, el partido de la liberación, proyecto Sur, dirigentes radicales como Nito Artaza junto con carteles de Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, el PCR y el MTS unidos a los gastronómicos y judiciales en el espacio de la plaza.

También dieron su presente en el acto los dirigentes de Dragado y Balizamiento (Juan Carlos Schmid), Canillitas (Omar Plaini), Judiciales (Julio Piumato), Textiles (Jorge Lobais) y Cerámicos (Domingo Moreyra), Unión Ferroviaria (Ruben "Pollo" Sobrero), Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (Ricardo Cirielli), UATRE (Gerónimo "Momo" Venegas) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Jorge Pérez Tamayo), entre otras agrupaciones que adhirieron a la marcha. Uno de los aspectos destacables de la marcha fue el orden y disciplina de los militantes y la tranquilidad de la gente suelta que participó, fue muy importante ante la ausencia de la policía por decisión del gobierno.No se observó ningún incidente ni antes ni después en la desconcentración que se hizo en paz y sin complicaciones.

El discurso de Hugo Moyano tuvo como eje la lucha por el peronismo, hubo una apelación a la clase media, y un llamado de unidad para los diferentes sectores. El camionero se dirigió a los que se consideren "peronistas" y compartió algunas "reflexiones". Pidió que relean a Perón, y, como convocatoria a la unidad, destacó la frase que "cambió el apotegma" del movimiento: "Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino".

Pidió por el acceso a la vivienda, otro reclamo de la clase media:  "La tendencia favorable se consolida socialmente, como lo hizo Perón en el 46', haciendo vivienda para los trabajadores", dijo y exigió que se re-estatice el Banco Hipotecario para poder facilitar esa política.

Denunció, sin nombrar al fallecido Néstor Kirchner y a la presidente de escapar hacia la Patagonia a lucrar con la 1050 durante el último proceso militar.

Se quejó de la intolerancia y la soberbia de la presidente y los funcionarios que se “creen dueños de la verdad”, eso es inaceptable en una democracia remarcó el camionero: "hay hombres y mujeres que necesitan diálogo e intercambiar ideas" y que las soluciones "no sean impuestas y que solo las tome el Gobierno" remató el camionero en otro tramo de su discurso.

Ganancias, una deuda social


Por Fabián Rapolla

El impuesto a las ganancias de los trabajadores, se encuentra, una vez más en el ojo de la tormenta. Es el estandarte de batalla de Hugo Moyano. Es su mérito haber trascendido a la sociedad con esta temática, involucrándola en su disputa con el gobierno.
La bandera que tomó el líder de la CGT para convocar a sectores diversos, que hartos de la política sesgada y  abusiva del ejecutivo, han cerrado filas en torno a una cuestión evidentemente sensible al trabajador argentino. Es muy difícil de defender un impuesto que grava la fuerza de trabajo de las personas y equipara ello a la utilidad que obtiene una empresa. Es de estricta justicia social considerar al salario como la justa retribución que recibe el trabajador por la labor realizada. Gravar el trabajo, es socavar los cimientos de construcción equitativa de una sociedad. Es no respetar a millones de personas que a diario entregan su esfuerzo, a cambio de un salario que les permita vivir dignamente.
 Ya de por sí, con la inflación reinante y el altísimo impuesto al valor agregado, el salario sufre un menoscabo importante. Ni siquiera se trata de mínimo no imponible. Se trata de que en una sociedad con justicia social, el gobierno nopuede sostener un régimen que termina perjudicando  a los más desprotegidos del andamiaje socioeconómico
¿Como puede ser que los inversores de títulos públicos  y los ahorristas de plazos fijos no paguen ganancias? ¿Desde cuando, en los parámetros de una sociedad justicialista,  la fuerza de trabajo es considerada una renta empresarial, sujeta a tributación? Para el gobierno es una caja más.
Por eso, Juan Manuel Abal Medina dice que es gorilismo defender a los trabajadores que tributan. Claro, es una caja importante, muy importante; a la que aportan alrededor de dos millones de trabajadores. Asimismo, se producen injusticas difíciles de entender como el hecho de que un trabajador que tributa ganancias no tiene derecho a percibir las asignaciones familiares. Inconcebible.
Este modelo hace agua, cada vez más. Si el 81 por ciento de los trabajadores no tributa es porque gana menos de cinco mil doscientos pesos. Salario, que con la inflación anual no permite llevar, precisamente una vida muy digna. Está claro entonces, que luego de ocho años el único bolsillo que se ensanchó fue el  de La Cámpora y compañía.
El impuesto a las ganancias es símbolo de la lucha desatada entre el gobierno y la CGT. Gobierno que saca a gendarmería a la calle para reprimir manifestaciones de trabajadores. Gobierno que se llena la boca con inclusión y políticas para todos pero que socava la capacidad adquisitiva y de ahorro de la gran masa de asalariados, a través de una política abusiva de tributación, casi asfixiante para los sectores de más bajos salarios.
El trabajador ha pasado a ser una fuente más de recaudación impositiva. El impuesto es claramente ilegitimo ya que la ganancia no es producto de una cosa sino de la fuerza de trabajo aportado, por lo que no puede ser equiparada al enriquecimiento que genera una actividad empresaria o lucrativa. Se trabaja para vivir. Al gravar el salario se está imponiendo tributo a la necesidad de vivir.

Pero el  kirchnerismo, ciego y corrupto, hipócrita y negador,  necesita seguir recaudando para sostener sus estructuras de poder, alimentadas en la horda desesperada del egocentrismo mesiánico.  Los peronistas creemos en los fundamentos plasmados en la constitución de 1949. Es dable recordar a esta gente que gobierna, lejos del peronismo ya, lo que la mencionada Carta Magna, refería respecto al trabajo:
 Articulo 37: “Decláranse los siguientes derechos especiales: I.- Del trabajador: 1.-Derecho de trabajar: el trabajo es el medio indispensable para satisfacer las necesidades espirituales y materiales del individuo y de la comunidad, LA CAUSA DE TODOAS LAS CONQUISTAS DE LA CIVILIZACION Y EL FUNDAMENTO DE LA PROSPERIDAD GENERAL, de ahí que el derecho a trabajar debe ser protegido por la sociedad, CONSIDERANDOLO CON LA DIGNIDAD QUE MERECE, y proveyendo ocupación a quine la necesite. 2.-DERECHO A UNA RETRIBUCION JUSTA: siendo la riqueza, la renta y el interés del capital frutos exclusivos del trabajo humano, la comunidad debe organizar y reactivar las fuentes de producción en forma de posibilidad y GARANTIZAR AL TRABAJADOR UNA RETRIBUCION MORAL Y MATERIAL QUE SATISFAGA SUS NECESIDADES VITALES Y SEA COMPENSATORIA DEL RENDIMIENTO OBTENIDO Y DEL ESFUERZO REALIZADO.”
Lo cierto es que con Moyano en la calle movilizándose, junto a Barrionuevo, están obligando al gobierno a afrontar el tema de ganancias. Si lo eluden, el reclamo popular crecerá. El moyanismo forzó al gobierno, a definirse con este tema. La presidenta, salió a rechazar cualquier negociación al respecto. Está claro, que esta vez al gobierno, le tocó perder. Porque un  gobierno popular, no juega con el bolsillo de su pueblo.
Gobierno de las políticas inclusivas, pero que en los hechos, gobierna desde la intolerancia y condena y persigue al que piensa diferente.  Hoy le toca a la CGT y sus dirigentes,  perseguidos y denunciados penalmente. El kirchnerismo, cultor del resentimiento más exasperado, se muestra tal cual es. La defensa del trabajo y de los trabajadores es la razón de ser del peronismo. La CGT, columna vertebral del movimiento, lo tiene claro. Y si bien no deja de subyacer en esta disputa un duelo de intereses y resquemores personales, lo cierto es que Moyano y sus aliados cuentan con una ventaja: la justica del reclamo.
En este momento viene a mi una maravillosa frase del General Perón:” Cuando los pueblos se deciden a la lucha suelen ser invencibles… “

“El estado soy yo” (Luis XIV año1638-1715) (Cristina Fernández año 2012)


 Por A. La Plaza

Fue realmente impactante cuando Cristina casi entre histriónicos sollozos dijera:” A partir de ahora los jueces me tendrán que procesar a mi, pues no permitiré el uso de la gendarmería para solucionar conflictos locales”.
Amenaza, confiesa, afirma, desde ese célebre discurso antisindical, antihuelguista, antiobrero, antiperonista y sobretodo, antidemocrático, que los jueces federales no podrán disponer más de las fuerzas de seguridad sino hasta donde ella lo permita

Esta es la más evidente demostración que confunde al Estado con el Gobierno y lo que es peor aún, a este último con su propia persona, olvidando todo criterio republicano.

El concepto de autoridad, que  se acredita en aquella frase, es que para ella,  significa la indivisibilidad del Poder, debiendo entenderse, que no acepta regla alguna que lo limite y que, además, dicho poder, se identifica con quién lo ejerce, como si le correspondiera en propiedad, retrogradando al derecho constitucional vigente, a un estado anterior a Montesquieu, no sólo a aquel que escribiera “El Espíritu de las Leyes”(1748) que ya por entonces lo dividía en tres, sino al de “Las Cartas Persas” (1721) en las que se farsa del “Rey Sol” o sea Luis XIV por llevar al absolutismo a su cenit, resumido en la famosa frase del título de este artículo “L´etat c´est moi”.

No existe para la ciudadana en ejercicio del Poder Ejecutivo de la Nación Argentina ninguna atribución del Poder Judicial que ella este obligada a cumplir si no quiere o no se le antoja.

Esta frase y esta voluntad absolutista ya tenían antecedentes en los aproximadamente 18 fallos de la Corte Suprema de Justicia que con sentencia firme (Procurador de Santa Cruz, previsionales, ambientalistas, etc.) no cumple, simplemente porque decidió ignorarlos en virtud de que la obligan a dar marcha atrás en otros abusos o excesos, tanto de ella como de su finado marido, otrora también gobernante, de esta singular República devaluada.

El viaje y uso indiscriminado del avión presidencial “Tango” para traer desde la provincia de Santa Cruz a esta ciudad Capital a su hijo, con un costo enorme para el erario estatal, para que le hagan una operación supuestamente menor, según el diagnóstico publicitado, con un despliegue fantástico de varios helicópteros y ambulancias, así como de vehículos oficiales para trasladarlo desde Aeroparque hasta la clínica privada en que se atendió, jamás un Hospital Público, donde sólo va la plebe, es otra lujuriosa demostración al respecto.

El Art. 250 del Código Penal prevé una pena que llega hasta dos años de prisión e inhabilitación especial por el doble de tiempo al jefe o agente de la fuerza pública que “rehusare, omitiere o retardaré, sin causa justificada, la prestación de un auxilio legalmente requerido por la autoridad civil competente” (que serían en este caso los jueces).

Es evidente que la Presidente como Jefa de todas las fuerzas ya manifestó la voluntad de tipificar con su acción el mencionado delito que se llama “Violación de los deberes de funcionario público”.

Pero por si ello fuera poco, el Art. 248 fija la misma pena a los funcionarios”…que no ejecutaren las leyes cuyo cumplimiento le incumben” delito en el que también incurrirá cuando algún Juez, si se anima, le requiera el uso de la fuerza pública y ella lo niegue, lo que se denomina “abuso de autoridad”.

Descarto desde ya el ejercicio de cualquier contralor del Poder Ejecutivo por el Poder Legislativo, incapaz de juzgar no solo la capacidad de la Presidente sino la suya propia, constituida a fuerza de mayorías regimentadas.

Veremos  entonces, si alguno de los Fiscales, que son los titulares de la acción pública, recuerda el Art. 99 de la Constitución Nacional   que establece las atribuciones del Poder Ejecutivo,  fijando los límites de su actuación o los Arts. 108 y ss. que establecen las facultades del Poder Judicial, para aplicar entonces, al menos, los del Código Penal mencionados en los párrafos precedentes, o el Art. 239 sobre desobediencia, o el Art.274 sobre denegación y retardo de justicia, o la ley de Seguridad interior y todas las normas penales concordantes, sino, caeremos en cuenta de la razón en el apuro por designar a algún “soldado” o “soldada” de la Presidente como jefe de todos ellos.

El objetivo no es otro más que consagrar su impunidad y la de sus cortesanos.
Es la demostración de que el Estado es “Ella” con lo que regresamos institucionalmente al siglo XVII  cerrando el círculo al procerato de “EL”, que es su inventor, en este inagotable y fatigoso “relato”.