martes, 14 de agosto de 2012

Impunidad es la palabra


por María del Rosario Miel Asquía 

“Eventos culturales” es la mejor explicación  que encontraron los poderes constituidos para justificar y describir los últimos hechos protagonizados por  la impronta K  autodenominada Vatayon  Militante, que  en ese marco convoca a sus huestes adictas y reclutadas a celebrar la noche

La gravedad  de esta realidad nos sobresalta, alarma y excede.
Una vez más, la Presidenta sale al cruce y trata de minimizar y explicar  el tema, rodeada de una siniestra corte de obsecuentes, fundamentalistas, apludidores y oportunistas…explicar, qué? La salida sistemática y programada de reclusos de diferentes unidades, población previamente relevada  desde hace meses, con el visto bueno de la justicia, es solo con fines de inserción social como parte de un plan diseñado por especialistas?
Esta vez fue demasiado lejos y las consecuencias ni siquiera pueden estimarse hoy, solo una evaluación de lo que sabemos. Un hecho  grave por donde se lo mire, desde Vázquez, desgraciadamente popular, nexo y referente  de tragedias  latentes en la sociedad,   una de las caras más vistas por estos días en videos subidos a todos los medios, hasta las explicaciones que brindan  funcionarios de todas las áreas.
Tres elementos sobresalen y deben preocuparnos, la liviandad de la presidenta  y su sistemática costumbre de echarle la culpa a un Scioli conspirador, la impunidad del accionar de cientos de personas movilizadas y las consecuencias en un futuro no tan lejano.
Parece que se han abierto las puertas de un infierno  invisible que estaba entre nosotros, el reflote histórico de los 70 amenazando con la formación de milicias populares, gran coincidencia ideológica con los actores de hoy.
Mas allá de la lectura política que le demos, un básico sentido común nos dice que algo no está bien, que estos movimientos ni son normales ni tienen por objeto proyectos re socializadores , que se trata de operaciones con determinado objetivo.
La legitimación de estos hechos, debe preocuparnos y mucho, una vez más el gobierno  K pone en peligro a los ciudadanos, aun conociendo estos hechos, podemos pensar que se están formando fuerzas de choque para que actúen en algún momento, ante hipótesis, fruto del delirio persecutorio que desciende el poder, enfrentándolos con el pueblo.
La Justicia por su parte volvió a hacer circular por estos días su opinión, remarcando lo que el Tribunal Oral en  lo Criminal N ° 20 señalara  en el caso Vázquez como “salida para participar en evento cultural”, haciéndolo extensible a otros cientos de reclusos y dándole letra al libreto presidencial. 
Las magras explicaciones no alcanzan,  por el contrario complican una situación dañosa para todos los que no cerramos los ojos ni asentimos, cómplices.
Profundizar en este pensamiento, nada trasnochado, potencialmente posible conociendo el estado general de caos y avasallamiento que sufrimos en todos los ámbitos, político, económico, social, y la clara percepción de un desborde de poder  casi amoral, es la tarea que nos queda, buscar hasta hallar el porqué de los hechos y comprometer mas voluntades pensantes  es la tarea de una oposición seria y plantada. Las  cosas se complican y se necesita respuesta.
Solo la ceguera y la impunidad permiten que en un estado, llamado de derecho, estos hechos tengan marco y desarrollo, legitimados subjetivamente por un poder que cree poder manejar voluntades, vidas, patrimonios y destinos a su antojo.
Paranoia e impunidad es la fórmula perfecta del vamos por todo.

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